domingo, 30 de septiembre de 2012


FALTA DE MODALES

En el día miércoles 26 de septiembre de 2012 se celebraron varias actividades relacionadas con el área de humanidades esto debido a que la  Institución educativa técnica Nuestra Señora de Fátima de Ibagué se encontraba en la semana cultural; al final de la jornada en el auditorio,  el rector del colegio, el teniente Edison Duque Valencia, se disgustó por la imprudencia de los estudiantes a la hora de el dar sus palabras de despedida.
Todos ya estaban exhaustos de mantener sentados y acalorados, es decir todos deseaban que la jornada se acabara, y pudieran regresas a sus casas, cuando la profesora Mariela Uribe dió sus palabras que se sobreentendía en ellas que el acto se había finalizado, los estudiantes no esperaron como costumbre el mensaje de despedida del señor rector, y se apresuraron a desalojar el teatro.
Todos se pararon de sus asientos energéticamente, los primeros en realizar esta acción fueron los estudiantes de los grados superiores, el teniente aceleró sus pasos hacia el micrófono y se dirigió a los estudiantes, les gritó algo pero se mantuvo en su puesto, y abrió sus ojos como platos al ver que los estudiantes lo estaban ignorando, los profesores movían sus brazos frenéticamente para impedir que los alumnos salieran y los niños más pequeños siguieran el mal ejemplo de los estudiantes de grados 9, 10 y 11. Algunos estudiantes evitaron a los profesores  y lograron salir del teatro, otros se volvieron a ubicar en sus puestos.
Al ver tal situación el señor rector, pidió orden, aunque estaba desconcertado, con un fuerte acento, y ahora también en tono de furia, “¡todos vuelvan a sus puestos!” su voz se le quebró en el punto exacto, la profesora Mariela también intervino ordenando que se mantuvieran donde estaban antes, los miró con ojos inescrutables y su voz se volvió repentinamente áspera. En ese momento se creó un silencio incómodo, en el que se organizaron como estaban los alumnos hace 5 minutos, el rector empezó su discurso, enfadado, pero consiguió que todos los alumnos lo escucharan atentamente.

Por 
Sofía Catalina del Pilar Montoya Hoyos

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