domingo, 10 de junio de 2012

CRÓNICA
“NO LA DEJÓ, ELLA SE QUEDÓ”


El 8  de junio de 2012, en la I.T.E Nuestra Señora de Fátima de Ibagué, se llevó a cabo la salida pedagógica de los grados 10, a cargo del docente Rubert Vanegas, esta salida se realizaría en Santa Fe de Bogotá.

Nos dirigiríamos a la 37 con 5ª a las 3:00 a.m., estaríamos puntuales, tanto como nos fuera posible. Luego nos ubicaríamos en los asientos traseros y por consiguiente disfrutaríamos los 6 (Xiomy, Marlon, Yeimy, Camila, Sergio,Sofía) el divertido viaje. O por lo menos ese era el plan…

Xiomy, Marlon Camila, Sergio y Sofía, llegamos muy puntual al sitio acordado horas atrás, para no estropear lo previsto, nos subimos rápidamente al bus y ocupamos los últimos puestos, todos colocamos nuestras pertenencias en un asiento que lógicamente sobraba, sabíamos que le correspondería a Yeimy. Muy pronto lo ocuparía, de eso no había duda.
La esperamos en silencio, bueno nadie decía nada en voz alta.
Empezamos a preocuparnos por Yeimy. El bus prendió el motor, nos dirigimos entre todos, miradas llenas de confusión, quisimos decir al conductor que esperara un poco más, pero ya era tarde, Yeimy vivía cerca al éxito muy seguramente ella cambió de idea y se subiría allí en la 3ª parada del bus, preferimos no hablar hasta que  Yeimy se sentara en su puesto.

Debíamos tratar de comunicarnos con Yeimy, ya íbamos entrando en el colegio NUSEFA, es decir, la última parada de los dos buses y ella no aparecía, por lo menos no en nuestro bus, aún nos quedaba una esperanza ¿Yeimy se subiría en el otro bus?; salimos del vehículo los 5, pero ella no estaba en el otro, nos alarmamos, una señora dijo “falta Yeimy Vargas”, decir aquello en voz alta, era infinitamente peor. Por un minuto sentimos como nuestro cuerpo se estremecía levemente. Era una situación muy incómoda para nosotros, todos teníamos mucha intriga de saber lo que estaba ocurriendo con Yeimy, Sergio la llamó rápidamente al celular, ella contestó, según los gestos de Sergio, la situación era seria, él le dijo a ella con voz molesta “nosotros ya estamos en el NUSEFA, coja un taxi rápido y vengase que todavía no hemos arrancado”, “¿qué dijo, donde esta?”, todos quisimos saber, pero la respuesta fue muy desagradable, ella estaba en  la 37 con 5ª, todavía esperándonos.

El profesor Rubert Vanegas, se enteró de lo que estaba pasando, según él no debía romper las reglas, él nos dijo que ya debíamos arrancar, que ya estábamos retrasados, alguien grito “profe, pero como va a dejar a Yeimy”, el respondió fríamente “no, yo no la dejé, ella se quedó”.

Sergio volvió a llamar a Yeimy, “¿Yeimy dónde viene?, alcáncenos en el peaje”, tratamos de contener la repentina ansiedad, Yeimy ya le había marcado a Rubert, y aquél le dijo que no, que ya nos íbamos, todo esto lo dijo sollozando, Yeimy se iría a su casa y  no disfrutaría del viaje, todo esto se lo dijo Yeimy a Sergio. Los motores de los autobuses arrancaron nuevamente, aquello era peor, mucho peor de lo que esperábamos, infinitamente peor.

Estábamos completamente petrificados, todos dedicamos miradas simultáneas de lamento al asiento lleno de nuestras pertenencias.
Todos planeábamos hacer que el bus parara, pero nadie se atrevió a hacerlo, un bosque interminable se abrió cuando ya estábamos en las afueras de Ibagué.


Por
Sofía Catalina del Pilar Montoya Hoyos
domingo, 3 de junio de 2012

Una terrible evaluación


El 1 de junio de 2012, en la I.E.T Nuestra señora de Fátima, se llevó a cabo la evaluación acumulativa de inglés en el  curso 10-A, por la profesora Carolina Morales y en esta se presentaron varios inconvenientes.

La docente Carolina entró a la aula, saludó, (no la recibimos con agrado), todos sabíamos lo que estaba por suceder, pues Carolina durante 2 semanas, nos recordaba casi con súplica que deberíamos estudiar para la última previa del periodo.

Los estudiantes de 10-A, le pedimos  el favor a la docente de que si podíamos “repasar” en la primera hora de clase, como teníamos 2  horas, en la siguiente se haría la respectiva evaluación; llegamos al acuerdo de que solo media hora, podríamos estudiar, no tuvo problema y nos explicó los temas vistos en el periodo, en solo 30 minutos, ella respondía amablemente a cualquier duda.

Llegó el momento, la docente entregó las evaluaciones, todos estábamos consciente de ello, pero actuábamos como si no lo estuviéramos. Carolina no se percató de tal actitud, hasta que el comportamiento de un grupo de estudiantes, la desilusionó, su nariz adquirió un color rojo muy suave que pronto subió hasta el contorno de sus ojos,
Su rostro nos reveló una impresión de mucha decepción, según, los estudiantes indisciplinados, la prueba estaba muy difícil.

Casi al finalizar la prueba, un chico irrespetó a la profesora, entregando la evaluación a un amigo suyo del otro décimo, la profesora no supo más que hacer, solo se limitó a sacarlo del aula de clase, el  refutó, pero estaba claro que todo lo hacia apropósito.

La docente parecía conformarse, con los pocos estudiantes que realizaban el examen con juicio.


Por: Sofia Catalina del Pilar Montoya Hoyos.

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