domingo, 29 de abril de 2012
NO FALTABA MAS
La inauguración oficial de los interclases NUSEFA, evento que se llevó a cabo en el coliseo cubierto de las piscinas olímpicas el 18 de abril de 2012 a las 5:00 pm, y en ella sobresalieron (aparte de once claro está) las presentaciones del grado 10° y 9°.
Todo estuvo muy bien organizado, a excepción de las fallas técnicas del sonido que provocó la indisciplina del público, que generó el disgusto del cuerpo directivo (profesores, organizadores del evento y demás), el señor rector Subteniente Edison Duque Valencia, tenía mal genio a lo último del evento, esto se pudo notar en sus gestos y actitudes. El irrespeto del estudiantado fue la principal molestia y decepción; algunos compañeros se iban, volvían, se volvió un desorden.
Estas irregularidades son muy comunes, pero fomentan las distracciones de los espectadores, incluso fue escenario de pelea para unos niños de 7°, en los quienes la intolerancia se apropió de sus cuerpos, el primero, un chico al arrojar la flema por su garganta alcanzó a caerle al zapato a otro compañero, este sin maquinarlo le manda un puñetazo al primero, el contenedor herido se tambalea, la hermana del segundo aprovecha para “rematarlo”. La torre de babel entra en estado de enajenación, todo parece como si hubiera pasado un terremoto por el lugar. Entonces el primero se percata de la falta de un diente tan malherido que estaba no supo qué hacer ante el enfrentamiento, fue donde todo se acabó, el ganador celebra como si hubiera obtenido la eterna fuente de la juventud. Se convirtió en todo un desorden social, por lo que despertó aún más polémica abierta por el señor rector.
Sofía Catalina del Pilar Montoya Hoyos
Todo estuvo muy bien organizado, a excepción de las fallas técnicas del sonido que provocó la indisciplina del público, que generó el disgusto del cuerpo directivo (profesores, organizadores del evento y demás), el señor rector Subteniente Edison Duque Valencia, tenía mal genio a lo último del evento, esto se pudo notar en sus gestos y actitudes. El irrespeto del estudiantado fue la principal molestia y decepción; algunos compañeros se iban, volvían, se volvió un desorden.
Estas irregularidades son muy comunes, pero fomentan las distracciones de los espectadores, incluso fue escenario de pelea para unos niños de 7°, en los quienes la intolerancia se apropió de sus cuerpos, el primero, un chico al arrojar la flema por su garganta alcanzó a caerle al zapato a otro compañero, este sin maquinarlo le manda un puñetazo al primero, el contenedor herido se tambalea, la hermana del segundo aprovecha para “rematarlo”. La torre de babel entra en estado de enajenación, todo parece como si hubiera pasado un terremoto por el lugar. Entonces el primero se percata de la falta de un diente tan malherido que estaba no supo qué hacer ante el enfrentamiento, fue donde todo se acabó, el ganador celebra como si hubiera obtenido la eterna fuente de la juventud. Se convirtió en todo un desorden social, por lo que despertó aún más polémica abierta por el señor rector.
Sofía Catalina del Pilar Montoya Hoyos
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